Un paciente recibe un órgano de un donante fallecido y empieza a ver un fantasma, una aparición persistente. La descripción de la aparición resulta consistente con la del donante. Una historia como tantas otras que se cuentan de no ser porque ha sido publicada por un médico en la revista New England Journal of Medicine.
El Dr. Guzzi manifestó en el resumen de la publicación literalmente que: Cuando el receptor de un trasplante de hígado de un donante fallecido se despierta después de la cirugía, ve una figura fantasmal pero amable en su habitación, y su descripción coincide con la del donante de órganos. Las historias sobre fenómenos extraños en trasplantes suelen incluir adquisición de memorias o rasgos de personalidad del o la donante a cargo de la persona que recibe el órgano.
La originalidad del caso, así como el prestigio de la revista en que se halla, sumado a su novedad hacen que éste sea un caso de lo más interesante. El receptor describió a su donante como «baja, piel bronceada, mediana edad, cabello castaño… silenciosa, pero (…) amable». No mucho más que decir, sólo que la descripción se corresponde con la de la persona donante y que ésta, en modo aparición, le dijo al receptor que él tenía su hígado.
Òscar Llorens i García