Hay días que parece que el tiempo nos apremia y el culto a la velocidad impregna cada segundo de nuestras vidas.
La actividad profesional en muchos casos es muy exigente. Continuamente hacemos algo, gestiones, resolver problemas, tanto en el trabajo como luego en casa, donde también hay que estar pendientes, de la familia y de muchas cosas. Parece que no paramos y el tiempo no nos alcanza.
Es un error; necesitamos tiempo diario para nosotros, de contemplación, de interiorización, para encontrar nuestra paz interior, y poder percibir distendidamente lo que nos rodea, un paisaje, la gente, una conversación, una lectura, y a disfrutar de ese regalo que es el presente, el aquí y ahora. Esa es la manera de equilibrarnos y poder dar lo mejor a los que nos rodean.
Un buen modo de poner freno a nuestra vida, de hacer algo para nosotros y que nos enriquezca y de ir con más calma, es encontrar un momento de lectura diaria. Tenemos muy buenos libros para elegir, los clásicos o los contemporáneos, la prosa o la poesía, la literatura o el teatro, la novela histórica o el ensayo.
El pasado 30 de junio, un día muy caluroso en Barcelona, un lunes de final de mes ya después de San Juan, que equivale a decir fin de colegios e inicio de vacaciones estivales, no era el mejor día para una presentación y menos a las 19.00 de la tarde. En esa fecha, tuvimos la presentación Luján y el que escribe, de “Vida más allá de la Vida”, nuestra última obra publicada con editorial Kairós.
Este libro, podríamos enmarcarlo en el género literario didáctico, de autoayuda, que se caracteriza por tener una intención instructiva y reflexiva del lector ya que el objetivo principal del mismo es mostrar y compartir vivencias de pacientes con experiencias cercanas a la muerte, por un lado y reflexiones de médicos ante las vivencias de sus pacientes.
Debemos de agradecer a todos los asistentes, el que la presentación del libro superase todas las expectativas. Fue todo un éxito, no sólo por la saturación de la sala en pleno corazón de Barcelona, sino también por el soporte, calor y amor que recibimos de los presentes, y eso se respiraba en el ambiente de la sala.
Cerró la Casa del Libro, más tarde de su hora habitual, esperando inútilmente terminase la cola de solicitantes y salimos a la calle seguidos por la fila de personas que aún esperaban la firma del libro.
No nos dejaron entrar en ningún local por el número elevado de personas que había. Con sorpresa y con todo el amor que nos rodeaba, seguimos hablando y firmando libros sentados en un banco de Rambla Catalunya, ante la sorpresa y curiosidad de los viandantes.
Sólo tenemos gratitud, una inmensa gratitud para todos los que nos acompañaron ese día, gente cariñosa, entrañable y cálida.
El comentario general era que durante unas horas el tiempo se paró para muchos, era un tiempo sin tiempo. Se disfrutaba, no había velocidad en el vivir, simple gozo de la compañía y de la conversación.
Seamos conscientes de encontrar más espacios como éste y que nos ayudemos unos a otros a crecer, a encontrar paz y armonía en un mundo que parece nos quiere inquietos, nerviosos o irritables.
Para los que leáis el libro, espero que su lectura también os ayude a cultivar esos espacios sin tiempo, y a encontrar respuestas para una vida gozosa y alineada a la transcendencia real del ser humano.
Xavier Melo PhD
Director Fundador
Fundación Icloby