Hoy va de libros. Este mes ha salido a la venta “Vida más allá de la vida” de Luján Comas y Xavier Melo, de Editorial Kairós, cuyos fondos íntegros, igual que los ingresos que generan el Canal “Somos Alma” en YouTube y el resto de las redes sociales de la Fundación, van destinados a la investigación de la conciencia, al Proyecto Luz.
“Vida más allá de la vida” detalla experiencias cercanas a la muerte desde la serena emoción, por parte de los que la han sufrido, y también desde la firmeza y transparencia de los médicos que las han vivido en el quirófano o en sus consultas.
Este libro al igual que los científicos y personal de soporte que trabajamos en el Proyecto Luz, lo hemos hecho como un acto solidario. Por ello les agradecemos profundamente a todos sus componentes, su acción altruista.
Por tanto, nuestra gratitud a todos los participantes del libro: Pim Van Lommel, Bruce Greyson, Raymond Moody, Eben Alexander, Jeffrey Olsen, Luján Comas, Emilio Carrillo, Manuel Sans, Santiago Rojas, María Sinfín (anónimo), Gretel Botella, Juanma Carretero, Arantza Alcíbar, Montserrat Fonts, Ana Cecilia González, Estíbaliz Hernández, Yvonne Kason, Carmina Martínez, Ingrid Honkala, y yo mismo por su importante y desinteresada aportación.
“Espero que este libro conmueva tu corazón, futuro lector, sea motivador, optimista, y lleno de vida para ti. Que te transforme y colabore en tu visión sobre tu propósito de vida. Y no sólo eso, sino que te ayude desde el punto racional, científico a confirmar que nuestro cerebro no es toda nuestra consciencia, ni toda nuestra conciencia. Hay muchos indicios que ésta es no local y no radica, al menos exclusivamente, en el cerebro como señalamos en la reseña científica de este mes en “Book, The Immortal Mind, Out Today — The Brain Can Be Split, but Not the Mind, de O’leary, Denyse y Egnor, Michael”.
Y no es extraño que sea así. Pensad que en el libro “El hombre en busca de sentido”, del psicólogo y psiquiatra Víktor Frankl, que estuvo varios años encerrado en diversos campos de concentración nazis, en compañía de la injusticia, trabajos forzados, hambre, frío, temperaturas bajo cero, nos da fe que de los presos que allí se encontraban, los que tenían deseos de sobrevivir y le veían un sentido a su situación, tenían más aguante y sobrevivían. Sin embargo, los que tiraban la toalla anímicamente, o luchaban desesperadamente contra el resto por sobrevivir, en algún momento se desmoralizaban y no veían futuro a su vida, resistían menos y la mayoría de ellos morían.
Podríamos citar otros casos de la vida diaria y no casos tan extremos, como los de enfermos de sida, o de cáncer. Hay muchas experiencias que aquellos que tienen deseos de superar la enfermedad tienen una tasa de supervivencia muy superior a los que están centrados en pensar la mala suerte que han tenido.
Xavier Melo PhD
Director Fundador
Fundación Icloby