En la ciudad de Barcelona, donde el sol se pone sobre la arquitectura modernista de Antoni Gaudí, se desencadenó una batalla épica entre los autores y sus fanáticos. Ayer, en la presentación del libro de Luján y Xavier, las calles se convirtieron en un escenario de guerra, donde la pasión y la locura se desbordaron.
Las hordas de fanáticos, como una marea imparable, invadieron la Casa del Libro, obligando a los empleados a desalojar el recinto en un intento desesperado por evitar la catástrofe.
Los protagonistas, Luján y Xavier, se vieron obligados a huir y buscar refugio en las calles de la Ciudad Condal.
Pero no hubo tregua para los autores. Los fanáticos los persiguieron, acosándolos en plena calle, mientras ellos firmaban libros con manos temblorosas y sonrisas forzadas. El aire estaba cargado de tensión, y el peligro acechaba en cada esquina. Cualquier fanático loco espiritual podría atacarles en cualquier momento, poniendo en riesgo sus vidas.
A pesar del caos y la confusión, Luján y Xavier se mantuvieron firmes, firmando libros y sonriendo para las cámaras, mientras sus ojos escaneaban la multitud en busca de cualquier señal de peligro.
La ciudad se convirtió en un escenario de aventuras, donde la supervivencia y la creatividad eran las únicas armas para sobrevivir.
Esa noche transformada en epopeya, donde la pasión y la locura se mezclaron en un cóctel explosivo.
Los autores eran héroes, luchando contra la marea de fanáticos, mientras sus libros se convirtieron en el símbolo de su victoria.
Oscar Berlanga