Reseña sobre «ANOMALOUS INFORMATION RECEPTION BY RESEARCH MEDIUMS UNDER BLINDED CONDITIONS II: REPLICATION AND EXTENSION» de Julie Beischel et al. 2015.
Tras la publicación de «The Afterlife Experiments», Gary Schwartz obtuvo datos concretos sobre mediumnidad que avalaban la idea de que realmente los llamados mediums o canales podían obtener información comprobable y comprobada por encima de lo esperado por puro azar.
Sin embargo, tal publicación contó con encarnizadas críticas por parte del naturalismo relacionadas con una pobre metodología en lo referente a protocolos de cegado o randomización, o lo que es lo mismo: podía haber filtraciones, prejuicios o falsas estadísticas.
Para replicar los resultados de Schwartz pero corrigiendo el método seguido, Julie Beischel implementó controles rigurosos entre los que incluyó nada menos que un sistema de quíntuple blindaje que ella misma se encargará de explicarnos.
La lectura tuvo lugar en condiciones de más que doble ciego (4 doble ciego; anteriormente llamado “totalmente ciego” o “quíntuple ciego”). Sólo el medium o el experimentador ciego participó en cada lectura telefónica durante el cual el medium respondió a preguntas específicas sobre un desencarnado con nombre, cada modelo anotó tanto el objetivo como el un señuelo, y cada uno de los tres experimentadores interactuando con los participantes cegados a diferente información que evitó la fuga sensorial. Específicamente, el cegamiento utilizado en este protocolo incluye cinco niveles: (i) el medium cegado a la información sobre el modelo y el desencarnado antes y durante la lectura; (ii) los evaluadores están cegados al origen de las lecturas durante la puntuación; (iii) experimentador que consiente y entrena a los evaluadores (Experimentador 1) está cegado a qué mediums leen cuáles asistentes y para qué lecturas a ciegas estaban destinados desencarnados; (iv) el experimentador que interactúa con los médiums durante las lecturas telefónicas y formatea las lecturas en listas de elementos (Experimentador 2) que están cegadas a cualquier información sobre los asistentes y los desencarnados más allá de los nombres de los desencarnados; y (v) el experimentador que interactúa con los cuidadores durante la puntuación (es decir, correos electrónicos) y recibe por correo electrónico las lecturas a ciegas (Experimentador 3) es cegado a toda información sobre los desencarnados, a qué medium realizó qué lecturas y para qué lecturas estaban destinados a los desencarnados/representantes.
Este protocolo doble ciego elimina las siguientes explicaciones: indicaciones del experimentador, fraude, prejuicios y lectura en frío (un conjunto de técnicas en las que las señales visuales y auditivas del o la leída o declaraciones muy generales se utilizan para fabricar lecturas precisas).
A pesar de este protocolo amplio y preciso, los resultados no ofrecieron lugar para las dudas: los médiums acertaban por encima de lo esperado por puro azar y de los propios aciertos de los controles hasta alcanzar un valor estadístico de p=0,001 (donde p=0.05 se considera relevante estadísticamente).
Sin embargo, hay quien achaca estos extraordinarios resultados a la posibilidad de que el medium desarrolle simplemente un alto nivel de percepción extrasensorial, no exhibido en otros contextos, y no mostraría apoyo a que realmente los médiums se estaban relacionando con las personas muertas. Sin embargo, la propia Beischel desarrolló una brillante manera de comprobar que esto no era sí… aunque ese puede ser objeto de una nueva entrada.